Sector público

Principal protagonista para la descontaminación lumínica.

En las últimas décadas la administración pública ha fomentado de un modo inconsciente la proliferación de la contaminación lumínica. Slowlight ofrece conocimiento y herramientas para iluminar de un modo responsable el espacio público, embelleciendo las ciudades, respetando la salud de la ciudanía, la biodiversidad y protegiendo la oscuridad de nuestro cielo.

¿Qué papel juega la administración pública en la iluminación del espacio?

  • Obligación de prestar el servicio de iluminación pública.
  • Obligación de preservar la naturaleza y protección frente a la contaminación.
  • Descarbonización de la economía.
  • Cambio climático y transición energética para alcanzar la neutralidad de emisiones.

Las ciudades de hoy, estrategia de futuro hacia la sostenibilidad.

La mayoría de los entes locales tienen la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático, la eficiencia y la innovación en su ADN de ciudad, en su línea estratégica de desarrollo urbano. Sin embargo y salvo excepciones, la política de sostenibilidad no contempla medidas de acción eficientes para combatir la contaminación lumínica. La agenda urbana 2020-2030 genera un reto para la administración local en la que el diseño del paisaje nocturno y en él, la iluminación pública, adquieren especial relevancia al objeto de iniciar una desescalada en la contaminación lumínica de los territorios. Para alcanzar os objetivos previstos se precisa que la estrategia se convierta en planificación y acción y que, en el día a día de los técnicos municipales, su conocimiento, actitud y trabajo se orienten hacia este nuevo enfoque.

Las ciudades y pueblos quieren construir una “visión” del futuro desde la vanguardia en sostenibilidad, desde el intercambio de conocimiento y experiencias, trabajando en un complejo contexto actual, que ha propiciado un reto sin precedentes para la administración pública especialmente relevante para los entes locales por su cercanía al ciudadano. Hablamos de un nuevo enfoque para la gestión municipal responsable orientada a un nuevo concepto de servicio público que centra su interés en el conjunto “persona-ciudad-medioambiente-planeta”

Los Ayuntamientos, actuando en virtud de las competencias y obligaciones que le han sido encomendadas por la Ley de Bases de Régimen Local, las medidas para la modernización del Gobierno Local y la propia Constitución Española, vienen desarrollando una acción decidida y creciente en materia de sostenibilidad, protección del medio ambiente, lucha contra el cambio climático y transición energética, alineándose con las políticas mundiales, europeas y nacionales en la materia.

Foto cortesía de: Óscar Blanco

Los Ayuntamientos han ido modelando y orientando sus políticas hacia la sostenibilidad, promoviendo planes y medidas de acción como instrumentos ejecutivos de una gestión municipal responsable.

Durante todos estos años en la política municipal la eficiencia energética, la gestión y valorización de residuos, el ciclo integral del agua, los ruidos, los olores, la calidad del aire, etc. fueron elementos considerados clave y hacia ellos se orientaron planes de acción municipal.

En los últimos años, tras la publicación por la Asamblea General de Naciones Unidas, resolución de 25 de septiembre de 2015, de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se establecen las bases para el desarrollo futuro de los territorios en las próximas décadas. Nuevamente las ciudades avanzan alineando su desarrollo con las políticas mundiales para acercar al conjunto de la sociedad experiencias que se desarrollan a nivel internacional para lograr un mundo sostenible.

Pero la práctica totalidad de las ciudades son territorios altamente contaminados desde el punto de vista lumínico. Las ciudades viven en un crepúsculo continuo donde la luz ha desplazado a la noche. Como toda forma de contaminación la contaminación lumínica tiene innumerables efectos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente, sobre el gasto público, sobre la cultura, sobre la calidad de vida de los ciudadanos.

Es momento de integran también la iluminación responsable dentro del ADN de ciudad. Recuperar la noche en la ciudad, proteger la salud de los ciudadanos y respetar la biodiversidad serán factores a tener en cuenta en la iniciativa Slowlight, en esa nueva definición del servicio de iluminación municipal. Inteligencia, tecnología, innovación, responsabilidad y eficiencia al servicio de la ciudadanía, la ciudad y el medio ambiente.

El Manifiesto ofrece en sus principios básicos las pautas a seguir para la transformación sostenible de la iluminación de una ciudad, iniciando una desescalada en los impactos perjudiciales de la contaminación lumínica pero también trabajando para ofrecer un paisaje nocturno que permita poner en valor el patrimonio urbano y la actividad humana.

Las administraciones públicas, haciendo uso de sus potestades y bajo los principios de una gestión responsable deberán promover un marco regulatorio asociado al control de todas aquellas actividades que causen cualquier tipo de prejuicio al medio ambiente o a la salud. Deberán, asimismo, promover un catálogo de normas y actuaciones encaminadas a extender la protección de la noche y el respeto por el cielo oscuro, que hasta la fecha se ha desarrollado con cierta intensidad sólo a pequeña escala, en hábitats protegidos, asociado a especies en extinción, zonas de gran interés paisajístico, natural o astronómico entre otras.

Por todo ello, se considera una obligación de la administración pública la prestación del servicio de iluminación pública a través del diseño y gestión sostenible de redes de alumbrado, ofreciendo a la ciudadanía una iluminación integradora y respetuosa con el medio ambiente y la biodiversidad, entendida como aquella que integra los efectos visuales y no visuales de la luz, dentro del marco tecnológico, científico y de innovación integrados en la cadena de valor del sector de iluminación técnica, todo ello sin perjuicio de garantizar la seguridad ciudadana.

Dentro de los objetivos ODS de Desarrollo Sostenible y tal como vienen haciendo algunos Ayuntamientos a la vanguardia en materia de sostenibilidad, la firma de alianzas estratégicas basadas en el intercambio de conocimiento genera valor para las partes.

Por ello, conscientes de la reciente publicación del Manifiesto Slowlight para una iluminación pública sostenible, considerado como un novedoso documento de enorme interés multisectorial a nivel nacional e internacional, se considera de interés la ratificación del compromiso municipal con los principios de una iluminación pública sostenible y la adhesión formal de los ayuntamientos a la iniciativa Slowlight, que, alineada con los objetivos de la agenda urbana 2020-2030 contribuye a reducir el grave problema medioambiental producido por la contaminación lumínica, favoreciendo la transición energética hacia una descarbonización de la economía y un uso responsable de los recursos. La Iluminación calmada y sostenible supone un menor consumo energético, ahorro de costes y una menor huella de carbono, proporcionando con su implantación la posibilidad de ofrecer un entorno más confortable y más saludable para la ciudadanía y, al mismo tiempo, respetuoso con la biodiversidad.

La adhesión de un Ayuntamiento a la filosofía le permitirá poner en valor su compromiso con la iluminación sostenible y promover un cambio de enfoque para la iluminación pública, siendo partícipes de la Red de ciudades slowlight de próxima creación. Esta firma pondrá la ciudad a la vanguardia la sostenibilidad en la iluminación pública, abriendo una hoja de ruta hacia el cumplimiento de los objetivos de iluminación y energía para la próxima década.

La adhesión permite articular un nuevo discurso político, orientado a ofrecer una iluminación justa, solo donde y cuando se necesita, con el tipo e intensidad de luz adecuados para cada momento, de un modo responsable y respetuoso con la noche y el medio ambiente. La adhesión, permite, por último, avanzar en el diseño del paisaje nocturno de la ciudad, avanzar en la planificación y gestión de la red de alumbrado y dar respuesta a la llamada de acción ODS de Desarrollo Sostenible.

Es momento de alianzas, de compromiso, de marcar un punto de marcar un punto de inflexión en la iluminación pública, de contribuir a la creación y consolidación de una nueva cultura de iluminación calmada, responsable, sostenible y de calidad, en la que se introduce una apuesta decidida por contrarrestar la contaminación lumínica. Se trata por tanto de una cuestión de alcance global, con importantes repercusiones en la ciudadanía y en los territorios, en el medio ambiente, la biodiversidad, el paisaje nocturno y la defensa del cielo oscuro.

En lo relativo a la protección del cielo estrellado, la iniciativa Slowlight se alinea con algunas otras iniciativas anteriores, cuya aportación y trabajo a lo largo de los años es sectorialmente reconocida. Destaca en este sentido la Declaración de la Palma del año 2007, (insertar link) promovida por la Fundación Starlight (link), en defensa del derecho de las personas a la contemplación de un cielo oscuro no contaminado, que permita la contemplación del firmamento.

Slowlight se convierte, por tanto, en una herramienta construida sobre pilares de sostenibilidad, a disposición los entes locales para alinear sus políticas de iluminación pública dentro de la Agenda 2020-2030 hacia los objetivos de Desarrollo Sostenible.

Entidades comprometidas

¿Quieres más información para sumarte a esta iniciativa?

Código de verificación

Todos los campos son obligatorios