Slowlight como estrategia de diferenciación para el sector privado. Una marca para la puesta en valor de la iluminación de calidad, responsable y emocional. Un mensaje de consenso sectorial y liderazgo, que unifica el buen hacer en iluminación técnica abriendo nuevas oportunidades de posicionamiento alineadas con la evolución hacia la sostenibilidad del sector público.
Una forma común de luchar contra la contaminación lumínica, favoreciendo la descarbonización de la economía y la transición energética responsable para favorecer la lucha contra el cambio climático incorporando las nuevas tendencias de ciclo de vida y economía circular.
La agenda urbana 2020-2030 genera un nuevo reto para la administración local, en la que el diseño del paisaje nocturno y en él, la iluminación pública, adquieren especial relevancia al objeto de iniciar una desescalada en la contaminación lumínica de los territorios. En dicho reto, la iluminación técnica de calidad jugará un papel de enrome relevancia.
El sector de la iluminación técnica es enormemente complejo. Conviven numerosos agentes que operan en los diferentes niveles de la cadena de valor: diseñadores de iluminación, ingenierías y arquitecturas redactores de proyectos, fabricantes, instaladores, mantenedores, canal de distribución, laboratorios, organismos de control, gestores de residuos, asociaciones, colegios profesionales, etc. cuyo objeto es la ofrecer equipos y sistemas para una iluminación de calidad, constituyendo un estado del arte que es capaz de ofrecer hoy un control total de la luz con equipos de alta eficiencia y durabilidad.
El trabajo combinado de diferentes actores, bajo prescripción del titular de la instalación de iluminación, puede obtener como resultado una iluminación sostenible. Sin embargo, son muchos los motivos por los cuales esto puede no ser así. De este modo, bien porque el diseño y la prescripción no sea adecuada, bien porque la licitación propicie un cambio de material hacia otros equipos cuya instalación se desalinee con el objetivo de sostenibilidad, bien porque la instalación o explotación en el tiempo no sean adecuados, la contaminación lumínica podrá no sólo contenerse sino seguir creciendo.
A la hora de competir en un mercado complejo, la iniciativa Slowlight y su enfoque colaborativo orientado al uso responsable de la luz, se convierte en una herramienta de posicionamiento competitivo, ofreciendo valor tanto para la entidad como para su cliente y reforzando lazos de interés mutuo.
La certificación Slowlight evaluará las buenas prácticas del sector y se convertirá en garantía de excelencia en materia de sostenibilidad.
